El pasado 14 de diciembre, Cataluña despedía a uno de sus grandes magnates, Isak Andic. El fundador de Mango, de origen turco-sefardí pero catalán de adopción, murió a los 71 años en un accidente de montaña cerca de Barcelona tras caer por un barranco junto a las cuevas del macizo de Montserrat. El presidente no ejecutivo y propietario de la firma de moda logró situarse entre los millonarios de nuestro país hasta ocupar el puesto número 23 de los más ricos de España, con un patrimonio que ascendía a los 2.155 millones de euros gracias a Mango y a su cartera inmobiliaria, que suman un total de 60 activos.
Los buenos resultados de la compañía textil, de la que Andic controlaba el 95% y que en 2024 cumplió 40 años, contribuyeron a que su fortuna aumentara un 106,2% en tan solo un año. Ahora habrá que esperar para conocer cómo quedará repartido su legado, integrado por Mango, edificios, locales, mansiones, una frondosa colección de arte, un avión y un velero .
Lo que sí ha quedado resuelto ha sido la gestión de la compañías de moda después de que el Consejo de Administración eligiera por unanimidad a Toni Ruiz como sucesor de Andic al frente del grupo. De esta manera, su primogénito, Jonathan Andic Raig, asume la vicepresidencia del grupo y la presidencia de Punta Na Holding, el paraguas que agrupa las sociedades del grupo. Sus hermanas Judith y Sarah ocupan el puesto de apoderada y secretaria de la sociedad. Además, ambas constituyeron dos sociedades patrimoniales, Kiwi y Pitaya Capital, con el objetivo de gestionar sus inversiones.
Gabriel Escarrer Juliá
El pasado mes de noviembre falleció una de las figuras más influyentes del mundo empresarial. El mallorquín dejó un gran legado como es el gigante hotelero Meliá Hotels International, del que la familia posee un 54%.
Con cerca de 400 establecimientos en 41 países, es la primera hotelera de nuestro país y la número 25 de todo el mundo.
Su muerte marca un antes y un después en la mayor hotelera española, aunque la transmisión de la propiedad y gestión de la empresa, que dejó el Ibex 35 el pasado mes de julio en favor de Puig, empezó en 2018 cuando Escarrer renunció a la presidencia no ejecutiva del Consejo de Administración, que asumió su hijo Gabriel Escarrer Jaume. Además, la familia firmó un pacto de socios para reforzar el régimen de mayorías y garantizarse el control total del grupo, pues los Escarrer apenas tienen inversiones más allá de Meliá.
Por el momento su viuda, Ana María Jaume, ha asumido la titularidad del 54% de los derechos de voto de Meliá, a través de Hoteles Mallorquines Consolidados, S.L. (24,365%), Hoteles Mallorquines Agrupados, S.L. (11,290%), Hoteles Mallorquines Asociados, S.L. (13,763%) y Tulipa Inversiones 2018, S.A. (5,388%).
Jaime Botín
La muerte de Jaime Botín diez años después de su hermano Emilio Botín pone fin a toda una generación familiar de banqueros. El fundador de Bankinter falleció el pasado 15 de agosto en Santander, su ciudad natal, con 88 años de edad. Llevaba 20 años retirado dedicándose a sus tres mayores aficiones: el golf, navegar y la caza.
Hijo, sobrino, hermano, tío y nieto de presidentes del Banco Santander, Jaime Botín ejerció como presidente de Bankinter, una de las entidades más prósperas de la banca española entre 1986 y 2002, y como uno de los hombres más ricos de nuestro país. En el último año su patrimonio ascendió a los 1.795 millones de euros, un 13,2 % más que el año anterior. Sólo su 23,2% en el banco se valora en 1.600 millones.
Ha sido su hijo, Alfonso Botín, el único de los ocho que tuvo Jaime Botín dedicado al mundo financiero, el que ha tomado las riendas del holding familiar Cartival SA, que invierte en Bankinter (23%) y Línea Directa (20%), junto a su hermano Marcelino que ejerce ahora como consejero delegado.
A pesar de ingresar 94,3 millones en dividendos, Cartival SA registró unas pérdidas netas de 1,69 millones en 2023. La patrimonial de los Botín tiene pignoradas 57,01 millones de acciones de Bankinter, valoradas en unos 400 millones.
Juan Miguel Villar Mir
Fallecido el 6 de julio a los 92 años de edad. Fue un empresario de referencia, sobre todo en el ámbito de las grandes constructoras a través de OHL y su conglomerado que llevaba su nombre. El que fuera también ex vicepresidente del Gobierno y ex ministro de Hacienda con Arias Navarro se colocó entre los más ricos de España gracias a su gran imperio integrado por compañías energéticas, fertilizantes e inmobiliarias.
Sin embargo, sus últimos años estuvieron marcados por grandes dificultades económicas. La elevada deuda que arrastraba su holding provocó su salida del capital de OHL en 2016 y de la emblemática Torre Espacio, ubicada en la Castellana, que tuvo que ser vendida a un inversor asiático. También dejó la presidencia del grupo Villar Mir en 2021.
Tras su muerte, sus tres hijos, Juan, Silvia y Álvaro Villar-Mir Fuentes tienen que gestionar una herencia llena de luces y sombras y la tarea de salvar los restos del legado del empresario. Cada uno controla el 33,33% del capital de la compañía a través de sus respectivas sociedades: Launiun Corp, Panarea Capital y Positano Inversiones. Además los tres hermanos se repartieron la propiedad de un yate de 60 metros de eslora.